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PARPADEOS

 

LORDI ARTE CONTEMPORÁNEO, BUENOS AIRES, 2010

Parpadeos un gran nombre, alude a un movimiento que permite estar adentro o afuera, que humecta la mirada y afecta la visión, a veces hace llorar. El parpadeo es un movimiento inmenso que hace el cuerpo y recorre miles de centros internos.

A veces  el cuerpo se vuelve pesado y la voluntad en las personas se aleja.

Pase dos veranos, con una dificultad hormonal y un colapso en mi  ritmo onírico, eso modifico mil piel y mi volumen, mi sueño irritó mi quietud, mi tiempo.

Tenía  ira sin ningún blanco, solo el sueño y mi personalidad de artista que ya no encontraba un lugar donde

aferrarse  al mundo real, aquel dialogo descriptivo que creaba mi paisaje  interno, mi cuerpo  cifrado estaba colapsado y el cuerpo de la fotografía se alejaba.

Cree una obra con espejos cóncavos cuyos polos están chupados hacia adentro, la llamé rostrorotado.

Todas las formas nacieron de sensaciones físicas.

Pese a que la vida se imponía mas que a la metáfora, mi yo había comprometido mi segunda muestra individual en Lordi Arte Contemporáneo, con un impulso que venia del pasado.

Pensaba no hacer.

La vida me llevó directamente a perder a ese artista  sonámbulo como dice Schopenhauer, o bien a fracasar como artista para gane  que la vida.

La necesidad de equilibrio me llevo a las olas, la aparición de objetos formales que apenas salen de ser rígidos  fue el inicio de un movimiento,  meditar en una imagen fija, y  perdonar a este cuerpo, que se ablande, el no seguía mi deseo.

Siempre  hice un ejercicio, perdonar, dije gracias muchas veces  a las obras, y me dio resultado.

Empecé a parpadear y  a meditar regularmente, a abrir y cerrar los ojos, el ritmo sanguíneo, y me dio alegría, como una gacela corredora ya  podía soportar el dolor y empecé a mirar  las imágenes del pasado.

Y le dije sí a la fecha de Lordi.

Convoque a las fuerzas, al arte, y aparecieron los  amigos; convoque a estas artistas para crear este dialogo,a  Abel Lisaso , pintor y asistente, me dijo hiciste  de esto  un long play  con invitados , suena bien.

Tanto las obras de Silvia Rivas fueron miradas por mi de vuelta buscando coincidencias y el rastro de aquello que no está, nose… vi su producción y eso me pareció único; y sus  tiempos inquietos, locos, haciendo de sus pies todos los pies de mundo, de los mundos donde los relojes no marcan un tiempo lineal, y sus niños pulsando por salir de las miradas veladas,  ellos son testigos marcas de dolor, chicos de La Cava.

El trabajo y su acción en la selva misionera me reconcilia con mi falta  de poder captar y contener la naturaleza, de preservarla, de mi predador que no para de crear.

Para dialogar con Millán realicé Vello púdico, una obra de vidrio azul que dibuja con hilos en el piso, algo así como una agrupación de perturbaciones.

La obra de Carolina Antoniadis, vino a socorrerme y me sobreexpuso destripada y con traje militar, con  una forma contorneada y encuadrada en mi ejercicio de vestirme de mujer, en un departamento rojo sangre y una cama verde histérica.

Carolina me hace posible todas las personalidades femeninas, su timbre y el adorno que la caracteriza por su decisión detallando el limite del amor.

 

Muchas gracias, me dieron confianza, me hicieron ver inmensidad en el arte , espero  que sigamos tocando llenas de  humedad .Parpadeos un gran nombre, alude a un movimiento que permite estar adentro o afuera, que humecta la mirada y afecta la visión, a veces hace llorar. El parpadeo es un movimiento inmenso que hace el cuerpo y recorre miles de centros internos.A veces el cuerpo se vuelve pesado y la voluntad en las personas se aleja.Pase dos veranos, con una dificultad hormonal y un colapso en mi ritmo onírico, eso modifico mil piel y mi volumen, mi sueño irritó mi quietud, mi tiempo.Tenía ira sin ningún blanco, solo el sueño y mi personalidad de artista que ya no encontraba un lugar donde aferrarse al mundo real, aquel dialogo descriptivo que creaba mi paisaje interno, mi cuerpo cifrado estaba colapsado y el cuerpo de la fotografía se alejaba.Cree una obra con espejos cóncavos cuyos polos están chupados hacia adentro, la llamé rostrorotado.Todas las formas nacieron de sensaciones físicas.Pese a que la vida se imponía mas que a la metáfora, mi yo había comprometido mi segunda muestra individual en Lordi Arte Contemporáneo, con un impulso que venia del pasado.Pensaba no hacer.La vida me llevó directamente a perder a ese artista sonámbulo como dice Schopenhauer, o bien a fracasar como artista para gane que la vida.La necesidad de equilibrio me llevo a las olas, la aparición de objetos formales que apenas salen de ser rígidos fue el inicio de un movimiento, meditar en una imagen fija, y perdonar a este cuerpo, que se ablande, el no seguía mi deseo.Siempre hice un ejercicio, perdonar, dije gracias muchas veces a las obras, y me dio resultado.Empecé a parpadear y a meditar regularmente, a abrir y cerrar los ojos, el ritmo sanguíneo, y me dio alegría, como una gacela corredora ya podía soportar el dolor y empecé a mirar las imágenes del pasado.Y le dije sí a la fecha de Lordi.Convoque a las fuerzas, al arte, y aparecieron los amigos; convoque a estas artistas para crear este dialogo,a Abel Lisaso , pintor y asistente, me dijo hiciste de esto un long play con invitados , suena bien.Tanto las obras de Silvia Rivas fueron miradas por mi de vuelta buscando coincidencias y el rastro de aquello que no está, nose… vi su producción y eso me pareció único; y sus tiempos inquietos, locos, haciendo de sus pies todos los pies de mundo, de los mundos donde los relojes no marcan un tiempo lineal, y sus niños pulsando por salir de las miradas veladas, ellos son testigos marcas de dolor, chicos de La Cava.El trabajo y su acción en la selva misionera me reconcilia con mi falta de poder captar y contener la naturaleza, de preservarla, de mi predador que no para de crear.Para dialogar con Millán realicé Vello púdico, una obra de vidrio azul que dibuja con hilos en el piso, algo así como una agrupación de perturbaciones.La obra de Carolina Antoniadis, vino a socorrerme y me sobreexpuso destripada y con traje militar, con una forma contorneada y encuadrada en mi ejercicio de vestirme de mujer, en un departamento rojo sangre y una cama verde histérica.Carolina me hace posible todas las personalidades femeninas, su timbre y el adorno que la caracteriza por su decisión detallando el limite del amor. Muchas gracias, me dieron confianza, me hicieron ver inmensidad en el arte , espero que sigamos tocando llenas de humedad .Parpadeos un gran nombre, alude a un movimiento que permite estar adentro o afuera, que humecta la mirada y afecta la visión, a veces hace llorar. El parpadeo es un movimiento inmenso que hace el cuerpo y recorre miles de centros internos.A veces el cuerpo se vuelve pesado y la voluntad en las personas se aleja.Pase dos veranos, con una dificultad hormonal y un colapso en mi ritmo onírico, eso modifico mil piel y mi volumen, mi sueño irritó mi quietud, mi tiempo.Tenía ira sin ningún blanco, solo el sueño y mi personalidad de artista que ya no encontraba un lugar donde aferrarse al mundo real, aquel dialogo descriptivo que creaba mi paisaje interno, mi cuerpo cifrado estaba colapsado y el cuerpo de la fotografía se alejaba.Cree una obra con espejos cóncavos cuyos polos están chupados hacia adentro, la llamé rostrorotado.Todas las formas nacieron de sensaciones físicas.Pese a que la vida se imponía mas que a la metáfora, mi yo había comprometido mi segunda muestra individual en Lordi Arte Contemporáneo, con un impulso que venia del pasado.Pensaba no hacer.La vida me llevó directamente a perder a ese artista sonámbulo como dice Schopenhauer, o bien a fracasar como artista para gane que la vida.La necesidad de equilibrio me llevo a las olas, la aparición de objetos formales que apenas salen de ser rígidos fue el inicio de un movimiento, meditar en una imagen fija, y perdonar a este cuerpo, que se ablande, el no seguía mi deseo.Siempre hice un ejercicio, perdonar, dije gracias muchas veces a las obras, y me dio resultado.Empecé a parpadear y a meditar regularmente, a abrir y cerrar los ojos, el ritmo sanguíneo, y me dio alegría, como una gacela corredora ya podía soportar el dolor y empecé a mirar las imágenes del pasado.Y le dije sí a la fecha de Lordi.Convoque a las fuerzas, al arte, y aparecieron los amigos; convoque a estas artistas para crear este dialogo,a Abel Lisaso , pintor y asistente, me dijo hiciste de esto un long play con invitados , suena bien.Tanto las obras de Silvia Rivas fueron miradas por mi de vuelta buscando coincidencias y el rastro de aquello que no está, nose… vi su producción y eso me pareció único; y sus tiempos inquietos, locos, haciendo de sus pies todos los pies de mundo, de los mundos donde los relojes no marcan un tiempo lineal, y sus niños pulsando por salir de las miradas veladas, ellos son testigos marcas de dolor, chicos de La Cava.El trabajo y su acción en la selva misionera me reconcilia con mi falta de poder captar y contener la naturaleza, de preservarla, de mi predador que no para de crear.Para dialogar con Millán realicé Vello púdico, una obra de vidrio azul que dibuja con hilos en el piso, algo así como una agrupación de perturbaciones.La obra de Carolina Antoniadis, vino a socorrerme y me sobreexpuso destripada y con traje militar, con una forma contorneada y encuadrada en mi ejercicio de vestirme de mujer, en un departamento rojo sangre y una cama verde histérica.Carolina me hace posible todas las personalidades femeninas, su timbre y el adorno que la caracteriza por su decisión detallando el limite del amor. Muchas gracias, me dieron confianza, me hicieron ver inmensidad en el arte , espero que sigamos tocando llenas de humedad .

 

                            Mónica van Asperen

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